Incertidumbre, mala suerte, reclamos por goles perdidos fueron algunos pensamientos de los aficionados al terminar el partido entre el Chelsea F.C y el Liverpool F.C. El partido presentó pocas jugadas polémicas de parte de Howard Webb, mostró un Chelsea animado en el primer tiempo, Un Fernando Torres dribleando rivales, Ramires robando muchas pelotas, Mikel distribuyendo bien la esférica, Mata inspirado pero sin suerte y un apagado Eden Hazard, que junto a Frank Lampard, hicieron falta hoy.
Los ojos del Stamford Bridge estaban presentes en John Terry, quien regresaba al cuadro después de cuatro partidos de sanción por supuestos insultos racistas al jugador del Queen's Park Rangers, Anton Ferdinand. Terry fiel a su libreto, conseguiría abrir el marcador para los blues mediante un saque de Esquina de Mate y un remate soberbio de cabeza del capitán. Todo parecía en buen ritmo para los azules.
Para la mala suerte del Chelsea, cinco minutos antes del descanso, Luis Suárez mediante una jugada no fortuita, chocaría con John Terry provocándole una grave lesión que hizo preocuparse a los de Di Matteo.
En la segunda etapa el Chelsea F.C bajaría nivel pero siempre controlaría el tiempo del partido, hasta que un tiro de esquina, Carragher cabeceó con clase para un Luis Suárez, que mediante un empujón quedó solo contra la portería, dando el 1-1 global, resultado que alejaría más al Chelsea de su acérrimo rival, el Manchester United.
El Chelsea, dominador de la liga en sus primeras jornadas, cae ahora a la tercera plaza, detrás de dos escuadras que remontaron marcadores en sus partidos este Fin de Semana. El equipo debe permanecer firme y no pensar en los aspectos negativos que han sido pocos esta temporada. Hay que darle más confianza a Torres, abrir las alas de Oscar y Hazard y construir un buen ritmo de juego para calificar a la segunda fase de Champions estos meses que vienen.
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